En las adversidades se hace relevante la tenacidad del individuo y el liderazgo altruista de aquellos que hacen parte de la clase dirigente. Hoy podemos decir que evidenciamos la fuerza de una sociedad en su mayoría unida. En parte, por las correctas decisiones de gobernantes, líderes, sector empresarial y demás, que han propiciado que la economía, en una velocidad diferente a la normal, se siga moviendo.
Evidentemente nada está constituido de una forma convencional, debido a la pandemia y a las medidas que con esta se han adoptado. Esto ha generado el cambio de la interacción económica y social y la modificación de los modelos de trabajo. Es entonces nuestra responsabilidad generar los mecanismos y acuerdos que permitan la continuidad del comercio en el tiempo, a pesar de las medidas de contingencia que con seguridad se proyectarán mucho más de lo esperado.
Es nuestro deber entonces, seguir moviendo nuestras cadenas productivas, sosteniendo los empleos existentes y generando unos nuevos.
Se hace necesaria la innovación de nuestros procesos en pro de resultados satisfactorios, dinámicos y que generen valor agregado para nuestros clientes. Para esto debemos entender que el desarrollo y el cambio vienen de la mano de la unión y del trabajo en equipo que conduzcan al éxito a pesar de los inconvenientes presentes.
¿En dónde debemos innovar?
Iniciemos con uno de los puntos más álgidos en este contexto: las asesorías técnicas. Estas siempre tuvieron un 80% de interacción presencial. Con ellas buscábamos generar una relación de solución ante una necesidad con conceptos de beneficio mutuo. Interacciones que ahora deberán ser en mayor medida de forma no presencial.
Afortunadamente los avances tecnológicos en cuanto a comunicación han avanzado a grandes velocidades en los últimos años y se han hecho cada día más asequibles para toda la población. Lo que ha permitido generar reuniones a distancia. Desarrollar un estado de “ubicuidad” que ha permitido concentrar en una misma reunión diferentes entes con un interés común. Por poner un ejemplo, en estas semanas de aislamiento hemos logrado convocar en una misma reunión, departamentos técnicos, logísticos y económicos a través de la virtualidad. Lo que incluso genera el beneficio de toma de decisiones asertivas en un menor tiempo.
Hemos logrado también generar la sinergia suficiente (aún faltando mucho) con nuestros clientes. que nos ha permitido generar transferencia de conocimiento, comunicación conjunta con ellos, nuestros asesores y proveedores internacionales. Direccionando de una manera más lineal los intereses técnicos y económicos, desarrollando ingeniería de detalle, disminuyendo tiempo de decisiones y aumentando efectividad en los proyectos encaminados. Interacción de todas las partes de un proyecto, por medio de una tecnología bien utilizada.
Es innegable que el cambio está ocurriendo de una manera abrupta, acelerada e inesperada. Las circunstancias han obligado a nuevos procedimientos de contacto y el distanciamiento también ha ralentizado las respuestas logísticas. Pero es precisamente en estos momentos que los fundamentos, la visión y los principios institucionales deben ser la base de nuestro funcionamiento. La relación con nuestros proveedores y la alta calidad de nuestros procesos que incrementen la confianza en nuestra asesoría, con resultados que generan ese valor de sostenimiento para nuestros clientes, permiten el beneficio de las dos partes, incluso en tiempos de crisis.
Hoy más que nunca se hace necesario integrar bajo modelos económicos la interacción de los procesos técnicos con la rentabilidad esperada. Como asesores técnicos debemos encaminarnos a un lenguaje más gerencial y financiero en pro de decisiones económicamente efectivas y seguras.
Para conocer más información acerca de cómo enfrentamos en el Instituto Asteco la adversidad, te recomendamos visitar nuestra sección de noticias, seguirnos en nuestra Fan Page y suscribirte a nuestro canal de Youtube.
