A principios del año pasado, varios economistas e incluso nuestra información en el mercado nos proyectaban una corrección del precio internacional de los metales para mediados de 2021 e inicios del año presente.

Al contrario de lo pronosticado, el precio ha continuado su tendencia al alza, sin mostrar indicios de un cambio cercano sumado a los problemas de producción y abastecimiento que son, en sí, las causas del aumento del valor de los metales.

Solo por connotar un ejemplo, muchas de las solicitudes de importación realizadas a mediados de 2021 apenas están arribando al país a principios de 2022, adicionando la alta devaluación (15 %) que aqueja al país y los precios ya altos del producto y de los procesos de importación, el reflejo que se del valor en pesos colombianos, se aprecian ajenos a la realidad para nuestros clientes.

Toda esta dinámica y la complejidad que se nos presentaba por el momento actual de la industria, nos obligó a comprar a precios altos y combatir de esta manera otro fenómeno que se estaba presentando adicional al alza de los metales, la escasez de los mismos.

Las siderúrgicas se encontraron también con el aumento energético en la producción, debido a muchos factores como el racionamiento energético en algunos países proveedores, lo que hizo que tomaran medidas de aumento adicional para contrarrestar esta alza en el costo de producción, solo como ejemplo, algunas de nuestras siderúrgicas de las que nos abastecemos, nos realizaron un incremento inicial del 5 %.

Compuesto de las aleaciones del London Metal Exchange (Aluminio) más el aumento en el TRM.

Todo este movimiento económico ha generado varias reacciones entre proveedores y clientes, estamos los que hemos tratado de mantenernos con medidas radicales como el aumento de los precios y están los que, en el pesimismo que la actualidad puede generar, decidieron prescindir de sus negocios. Hemos tenido proveedores que han tomado la decisión de salir del mercado industrial, lo que nos ha creado la necesidad de conseguir nuevos proveedores internacionales y crear estrategias técnicas y económicas para mantenernos en el mercado.

En una medida regulada, ingresamos en el campo de los que creíamos que poco a poco el camino recompondría su curso y volveríamos a estar cercanos a los precios y a los aumentos normales previos a la pandemia. Pero ahora, en un acto más realista, sentimos que estamos lejos de un panorama deseado.

Es nuestro deber, como empresa, comunicar a nuestros clientes todos estos procesos que estamos llevando como importadores de metales, que ha generado tanta incertidumbre en nuestros clientes sobre el aumento de precios de los mismos.

Entre muchos otros síntomas, nos hemos encontrado industriales del níquel, aluminio y otros aceros especiales, que en algunos casos o dejaron el negocio o también han generado alzas en sus productos, una tendencia que parece no parar a corto plazo.

La dinámica del mercado es impredecible, pero todo muestras que no hemos llegado al punto determinante del alza de los precios en los metales, como lo muestra la gráfica mostrada anteriormente. Por tal motivo, tenemos la seguridad que las próximas importaciones tendrán costos altos, por lo que aconsejamos una gestión efectiva de los materiales que se necesiten conseguir, verificando existencia local y así evitar problemas con el presupuesto de fabricación.

 

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