La Industria 4.0 le apuesta a la optimización de los procesos mediante la interconectividad entre maquinaria y humanos. En Sandvik Coromant reconocen las ventajas que ofrece esta Cuarta Revolución Industrial y las han empezado a implementar en su planta de Gimo, Suecia.
Enmarcados en la Industria 4.0 han logrado incluir maquinaria con sensores integrados y big data. Gracias a ello, han optimizado su producción. Migrando hacia una fábrica con procesos estandarizados y rentables.
Con la implementación de la Industria 4.0, Sandvik Coromant pretende ahorrar tiempo y dinero. Como lo afirma Lars Matiasson, director de Producción de Herramientas de Sandvik Coromant, anteriormente la fabricación de una herramienta de corte requería de hasta 54 días, en la actualidad pueden lograr lo mismo en solo 6 días.
Sin embargo, la adopción de nuevas tecnologías no es una novedad en esta gran empresa. Desde hace más de dos décadas vienen ejecutando diferentes procesos de interconectividad para optimizar sus formas de producción. La diferencia radica en las posibilidades tecnológicas existentes en la actualidad.
Gracias a diversos software de análisis y nuevas máquinas con interconexión han logrado reducir los fallos. Por lo tanto, han disminuido los paros en la producción. Dicha disminución equivale a un mayor rendimiento y a la reducción de los lucros cesantes.
Hoy, Sandvik Coromant se convierte en un ejemplo para todas las industrias del mundo. Sin embargo, en las empresas Latinoamericanas falta una mayor iniciativa para contemplar e implementar los beneficios de la Industria 4.0.
Con la apertura en la ciudad de Medellín, Colombia, del primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial, se espera que aumente el uso de la Inteligencia Artificial y del Internet de las Cosas o IoT. Además de incentivar la capacitación de los operarios para afrontar adecuadamente los retos de la Industria 4.0
En conclusión, grandes industrias alrededor del mundo están sacándole todo el provecho a la Cuarta Revolución Industrial. Latinoamérica debe empezar a mirar hacia la Industria 4.0 y no quedarse atrás en competitividad. Así, está en mano de los gobiernos y de los dueños de las empresas, crear las condiciones necesarias para que la Cuarta Revolución se instale adecuadamente en la región.