El 2018 avanza y las nuevas tecnologías están cada vez más involucradas en los procesos de producción de la industria.

Innovar para sobrevivir es la lección que nos dejan los titanes empresariales de todos los sectores de la industria. Emprendedores emergentes con una clara visión de futuro que les permitió posicionarse en sectores que antes no existían, como el marketing digital, el e-learning, los vehículos eléctricos, la producción masiva de energías alternativas, entre otros. El común denominador de todos ellos es la innovación como clave de su éxito.

En la industria de la metalmecánica se evidencian los grandes avances de las áreas de investigación y desarrollo para la implementación de nuevas tecnologías que permitan el aumento de la producción, la calidad y la rentabilidad. Los fabricantes de herramientas, software y procesamiento de materia prima han demostrado que la innovación es el único camino para destacar y mantenerse vivo en el mercado.

No obstante lo anterior, es necesario comprender que en la actualidad los procesos de innovación requieren el cumplimiento de ciertas pautas para alcanzar el éxito: trabajo colaborativo, desarrollos integrados y apertura.

¿Por qué trabajo colaborativo?

La vertiginosa velocidad con que avanza la industria requiere respuestas rápidas. Por eso, no se cuenta con el tiempo suficiente para crear un nuevo desarrollo desde cero. Es necesario partir de componentes y tecnologías que ya se hayan inventado en otras áreas de investigación y desarrollo, para poder generar un proceso mejorado. Esto requiere que las empresas compartan su conocimiento y realicen trabajos colaborativos para garantizar el avance de la industria.

¿Por qué desarrollos integrados?

Una de las principales características de la industria 4.0 es la posibilidad de integración entre diferentes tecnologías. Por esto, es necesario concebir las ideas, diseñarlas y producirlas bajo un modelo de integración que permita maximizar los beneficios.

¿Por qué apertura?

Anteriormente era un paradigma generalizado la necesidad de proteger los desarrollos innovadores como secretos industriales. Lo que ocurría cuando una empresa creaba un producto innovador o mejoraba un proceso de producción, era que su invento se manejaba internamente y su desarrollo se estancaba.

El modelo de desarrollo colaborativo y apertura propone compartir el conocimiento y desarrollo innovador con el público. Así, el conjunto de clientes, competidores, proveedores y demás grupos de interés, aportan al invento lo que cada uno sabe hacer mejor, dando como resultado un beneficio mayor para todos. Todo esto, claro está, poniendo a conversar la protección de información y propiedad intelectual, con los procesos de innovación.

Está claro que sin importar qué tan grande es la empresa, no puede desarrollar su máximo potencial innovador sin colaboración. Por esto, el paradigma de producción para 2018 requiere sistemas de I+D colaborativos, integrados y abiertos.

Garantizar la competitividad en esta época implica una acertada adaptación al cambio. Conservar viejos paradigmas y modos de hacer las cosas en las organizaciones con la esperanza de que la situación mejore, es la mejor forma de asegurar el fracaso empresarial.

Marcos Echavarría Soto

Gerente General

Asteco S.A.