En días pasados entraron a Colombia más de 23 mil toneladas de barras de acero originarias de China y Turquía, que no pasaron por controles de calidad.

El descubrimiento de este hecho generó una alerta a nivel nacional, por parte del Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI, quienes difundieron la noticia. Al respecto, el ICONTEC manifestó que quienes comercialicen este material se exponen a multas de hasta 1.200 millones de pesos.

“La industria colombiana se ha preparado para entregar productos con especificaciones técnicas adecuadas, en esa medida es fundamental que el acero que se utilice sea éste, que demuestra calidad e idoneidad para ser usado con seguridad en las construcciones”. Manifestó el Presidente de la ANDI, Bruce Mac Master.

Sin embargo, el hecho no termina ahí. Recientemente, la Superintendencia de Industria y Comercio descubrió una fábrica ilegal de varilla corrugada que vendía, como nuevas, las varillas recicladas de construcciones demolidas.

La gravedad de la situación es explicada por Camila Toro, Directora Ejecutiva del Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI, quien afirma que “Colombia es un país atípico en el mundo, pues el 85% de su población está concentrada en zonas de amenaza sísmica media y alta. La sismo resistencia del acero está directamente relacionada con su composición química y el proceso de su fabricación. La vida de las personas está en juego cuando no se usa acero de calidad. Por ello, es fundamental garantizar que este material cumpla todas las normas de sismo resistencia con rigurosidad, y se encuentre certificado”.

¿Por qué es importante la norma de calidad del acero?

 Tanto en el sector de la construcción, como en la industria manufacturera, es indispensable contar con acero de buena calidad.  En el caso del primero, se requieren varillas de ese material para constituir la estructura principal de una construcción, por esto, el acero debe cumplir requerimientos en sus propiedades mecánicas que permitan garantizar la calidad total de la obra y la seguridad del usuario final.

Por otro lado, la industria manufacturera emplea maquinaria y herramientas de acero para fabricar productos que deben cumplir estándares de calidad para su comercialización, dichos estándares son determinados por la norma que los rige. Sin embargo, las características y propiedades del producto a comercializarse, dependen totalmente de la calidad de la maquinaria y herramientas utilizadas, cuyo correcto funcionamiento y tiempo de vida útil dependen directamente de la calidad del acero con el cual fueron fabricadas.

Por lo anterior, es necesario que el acero cuente con certificados de calidad que permitan saber al comprador que el material superó todas las pruebas a que fue sometido, y que cumple con las características y propiedades requeridas para su función específica. De esta manera, no solo se benefician los empresarios de estos sectores, sino también los proveedores y el usuario final.

¿Qué exige la norma de calidad del acero?

Las normas son documentos clave para la comercialización de cualquier producto o materia prima. Para que un producto cumpla con la norma, es necesario someterlo a pruebas que determinan sus características y propiedades. Una vez se obtiene esta información, se evalúa si dichas propiedades son las requeridas para su funcionamiento, en caso afirmativo, el producto es certificado y clasificado según sus características.

Internacionalmente se emplea la norma ASTM para identificar las especificaciones del producto, métodos de prueba, prácticas de manufactura, lineamientos operativos y de compra, clasificaciones y el uso de terminología estandarizada.

En el caso del acero, la norma ASTM define su composición química, propiedades mecánicas, dimensiones, pesos, tolerancias, muestreos e identificación. Y dentro de las propiedades mecánicas se establecen su límite de fluencia, resistencia a la tracción, alargamiento y doblado.

Con esta información, el comprador tendrá certeza de estar adquiriendo material de buena calidad y podrá reconocerlo gracias a la clasificación de la norma.