Vivimos un tiempo de pandemia, caos, desconcierto, incertidumbre, inseguridad y duda. Sentimientos que en la mayoría de casos nos bloquean y se agudizan con el desequilibrio a causa de todos estos fenómenos sociales y económicos.

Entablar diálogo de recuperación y de interiorización, es infinitamente más fácil que la ejecución de un plan de levantamiento social y económico. Pero es en primera y única medida lo que debemos hacer.

No pretendemos desconocer la rudeza y el agotamiento que estos tiempos están trayendo consigo, pero si queremos hacer un llamado a la resiliencia. A sobreponernos como industria vinculada a una sociedad pujante pero herida y en un claro desequilibrio.

Una productividad con altos estándares de calidad, es uno de los caminos de reactivación y de generación de empleo y oportunidades. 

Analizar el entorno, recopilar oportunidades y aumentar nuestra capacidad en tecnología e infraestructura, incrementará nuestra capacidad. Así, con la ayuda de los más afortunados, acoger a los más necesitados y disminuir la competencia en el mercado local e incluso en el externo. Por ejemplo, la cadena de abastecimiento se está viendo fuertemente afectada por las restricciones debido a la pandemia, impactando la adquisición de repuestos e insumos para el sector metalmecánico y la industria en general. Se genera así la suficiencia local, al confiar en la alta capacidad productiva que tiene nuestra industria. Con el conocimiento necesario y la asesoría que nos permita competir en calidad con los productos importados.

Esto traería una gran cantidad de beneficios, tanto a nuestra compañía, como al entorno industrial y a la sociedad en general. Sin mencionar la creación de nuevos empleos. Se generaría la reducción de inventarios y aumentaría la disponibilidad de repuestos, tiempos bajos de reposición y de garantías, por consecuencia, lograríamos mantener la infraestructura productiva y económica local vigente. 

Confiamos en que el cambio de mentalidad industrial, repercutirá positivamente en el ambiente económico y con mayor importancia en el social. No es una tarea fácil, pero la crisis nos obliga a actuar, a reinventarnos.

Asteco en su total disposición al sector productivo, pone al servicio de todos, su conocimiento, herramientas y experiencia, con el cual nuestros asesores pueden ayudar a buscar el camino de la innovación, el ahorro y la alta productividad en su compañía. La integración de nuestras líneas en busca de mayor rendimiento y calidad, nos convierten en un gran aliado técnico para la industria local. 

Es hora de continuar, de avanzar como industria y sociedad. Innovación, actualización de nuestros procesos productivos y confianza en la producción metalmecánica local, es la contribución como sector al desarrollo y el progreso del país.  

Confianza es el camino. Confiar en el vecino, en la sociedad, en la unión, en el empresario local, en la industria local. Confianza es el camino al progreso, a la reducción de la brecha de desigualdad que descompone y atasca nuestro país. Es el momento de la confianza y entre todos generar valores que nos ayuden a romper la cadena de desequilibrio en el que nos encontramos en este momento.

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