Las actividades de soldadura dependen de la sinergia de un sin número de parámetros con la correcta interacción, con los valores y ajustes determinados por los procedimientos estipulados, pueden dar resultados sobresalientes, tanto en calidad como en producción en los procesos de unión, recargue, protección por medio de materiales de aporte.
Entre estos parámetros tenemos, la correcta selección del material de aporte, el equipo de soldadura, las condiciones ambientales, el diseño de junta, la calificación de procedimientos para la verificación de las propiedades mecánicas y demás componentes que permiten que tengamos buenas prácticas de soldadura con los resultados deseados, existe uno, que debido a la naturaleza de los procesos de unión por coalescencia, adquiere una connotación que determina mucho de los otros parámetros mencionados; la entrada de calor.
La entrada de calor o (heat input), se refiere a la cantidad de energía térmica que es suministrado a la pieza en las actividades de soldadura. Esta energía viene determinada por el voltaje, la corriente y la velocidad de avance seteados y generados en el proceso de soldadura.
Por medio del correcto cálculo y control de la entrada de calor, se puede mitigar algunos efectos contraproducentes para la sanidad de la soldadura y el material base, que se presentan en todos los procesos de soldadura.
Con la disminución de la entrada de calor, ya sea disminuyendo el amperaje o el voltaje o aumentando la velocidad de avance, podemos reducir en un porcentaje significativo las distorsiones generadas en las actividades de soldadura. Esto debido a que los tiempos de dilatación y contracción se verán disminuidos con una menor entrada de calor. Esto puede generar concentración de esfuerzos residuales, por tal motivo es importante un correcto control, tanto en los puntos mínimos como máximos en la entrada de calor.
Otro de los efectos que se mitigan con un control preciso de la entrada de calor y que depende en gran medida del material que se este interviniendo, es la microestructura del cordón de soldadura generado y de la zona afectada térmicamente (ZAT). Una entrada de calor baja en alguno de los procesos de soldadura puede generar problemas de falta de fusión o falta de penetración y un alta entrada de calor puede generar cambios estructurales, aumento de granos, revenidos o temples dependiendo de las velocidades de enfriamiento, los procesos de precalentamiento o postcalentamiento.
La entrada de calor determina muchos de los efectos adversos y positivos en los procesos de soldadura, la tendencia a la fisuración, la difusión del hidrogeno y cualquier fenómeno contenido en la naturaleza de los procesos de soldadura, en especial los de fuente de energía eléctrica.
Estaremos profundizando en los efectos de la entrada de calor en muchos de los materiales que se sueldan a nivel de mantenimiento industrial.
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