Nos encontramos en la revolución industrial que se basa en el manejo de datos, datos generados en cualquier tipo de interacción social, pero también industrial. El procesamiento de datos en el campo industrial cada vez toma más fuerza y no solo por carácter competitivo, el impulso que ha tomado la IA que es en sí, la lectura de datos a niveles macro, ha provocado un efecto imparable en la necesidad de actualización y de integración a las nuevas tecnologías en el ámbito productivo.
Hoy en día, las necesidades de calidad, precisión, innovación están haciendo que las grandes compañías, que tienen la capacidad de automatización, de investigación, de inversión, se vean en la necesidad de unirse a la “singularidad” que trae consigo las herramientas de ultra procesamiento de datos.
Son estas necesidades las que han hecho posible la incursión de la tecnología en los procesos metalmecánicos, adicional a temas de re-orden, de control de abastecimiento, de configuraciones y seguimientos logísticos, que también están teniendo un gran impulso con los sistemas de análisis de datos, que nos es más que la base principal de la inteligencia artificial.
El uso de la inteligencia artificial en la cadena productiva, aunque aún podemos decir que está en fase de investigación, generara la disrupción en la forma como percibimos y procesamos los procesos industriales. La recopilación y análisis de datos provenientes de sensores en máquinas, con los cuales se puede predecir fallas, tanto catastróficas como de procedimiento, evitando de esta manera paradas innecesarias, aumentando la productividad, la calidad en el producto entregado, la eficiencia e incluso la vida útil de los equipos.
Conceptos como el machine learning y el análisis predictivo, ayudan a percibir patrones erróneos; modifican, evalúan y transforman los procesos metalmecánicos en pro de mayor rentabilidad, de aumento de la seguridad de operarios y máquinas y contribuyen sustancialmente a la reducción de efectos adversos al medio ambiente, como las emisiones excesivas de CO2 en procesos de combustión.
En los procesos de soldadura, aunque muy seguramente a mediano plazo aun estarán enfocados en las producciones a grandes escalas, donde los sistemas puedan ser robotizados (que ya es un hecho y se evidencia en las grandes compañías de autopartes principalmente), la IA, mejorará el control de la actividad en sí, la parametrización que puede ser uno de los puntos más delicados en los procesos de soldadura, e incluso en el análisis y selección de materiales de aporte y diseños de juntas, aclarando, en soldaduras y procesos de producción masivos.
Es precisamente esta singularidad de las IA, lo que está generando un miedo que nos es extraño ni mucho menos ilógico, pero que debemos ver como la necesidad de aumentar nuestros conocimientos, de la necesidad que tiene la industria de la adaptabilidad y de la seguridad que seguiremos siendo un factor determinante, ya que poseemos la capacidad sensitiva de la evaluación y resolución de situaciones que van mucho más allá de analizar datos, en especial en los procesos de mantenimiento.
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