El aumento de precios está impactando fuertemente la economía local, bajo procesos complejos globales que tienen sus repercusiones tanto en la escasez de productos como en el encarecimiento de materia prima, minerales, actividades industriales y demás. Son muchos los fenómenos que han generado este molotov que impacta la economía global y atemoriza tanto a productores como a clientes.
Desde hace más de 50 años, las economías venían en una dinámica de integración, de internacionalización, guiadas por conceptos como la globalización, lo que había permitido que cada país productor; produjera y exportara al menor costo posible. Esto provocó una reducción sustancial de la inflación desde 1998 a 2020, logrando llegar a un IPC fr 1.53 %. Fue tan interesante el modelo que la gran mayoría de los economistas habían eliminado de su léxico la palabra recesión o ciclos económicos.
Desafortunadamente, se agudizaron las guerras comerciales. Ejemplos, Estados Unidos y China durante el cuatrienio de Donald Trump y el Brexit (salida del Reino Unido) de la Comunidad Económica Europea sucedido en 2016. Desde entonces, se viene dando un cambio de modelo económico mucho más cercano al proteccionismo.
Ante mercados cada día menos integrados, la inelasticidad de la oferta por el aislamiento de la pandemia, la recuperación incipiente de la producción mundial, una cadena de abastecimiento atascada en los puertos, unos picos masivos de la demanda por la efectividad de la vacunación, una demanda insatisfecha durante la pandemia y el ahorro durante el aislamiento; se generó un cambio disruptivo con una sobre demanda (gran crecimiento de la oferta monetaria mundial), mientras la oferta contaba con una disponibilidad muy limitada haciendo que los precios se incrementaran demasiado.
Adicional a los comportamientos atípicos de la oferta y demanda, generados en la pandemia, se sumó la crisis energética enfocada en el tema de combustibles fósiles y el aumento de algunos metales y aleaciones necesarios tanto para mantener la sostenibilidad ambiental como del equilibrio económico. Necesariamente, esto género que se realizará un cambio de energías no renovables a energías limpias, produciendo otro efecto, debido al aumento del uso de energías alternativas, se incrementaron los precios de las mismas, similar situación se ha presentado con los metales y aleaciones, tales como el níquel, el plomo, el paladio, que necesariamente afectan los fabricantes de acero inoxidables, aluminio, baterías y demás.
Para hacer aún más difícil el tema, el conflicto geopolítico que estamos viviendo en la actualidad ha afectado el abastecimiento y la producción de minerales y productos terminados, generando medidas como la optada por el London Metal Exchage, que cerró las transacciones de níquel a nivel mundial el 3 de marzo cuando el precio alcanzó los U$ 82521T que comparada a los 9503T de hace 5 años presenta un incremento del 768 %. Al día de hoy, el precio está en 36354.5T lo que significa un incremento del 283 %.
En Asteco somos conscientes de las repercusiones económicas en nuestros clientes. Hemos tratado de mantener lo más que pudimos precios cercanos a los que teníamos, previos a las circunstancias que están nombrando una era, pero hemos visto la necesidad de generar también aumentos para poder continuar brindando el servicio que prestamos.
Igual ponemos todo nuestro conocimiento ingenieril y nuestro amplio catálogo de productos para tratar de amortizar el aumento de costos y crear soluciones cercanas a las que implementamos con productos que escaseen o que sea complicada su adquisición. Es un golpe que a todos nos afecta, pero con la unión local podemos seguir creando economía para todos.
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