Hoy en día la gran mayoría de los líderes de las economías del mundo se están preguntando cómo se podría tener un alto impacto económico en las economías locales con las nuevas condiciones de comercio internacional.
Hasta el 2018, el modelo de crecimiento de las últimas décadas se basaba en economías abiertas. Se exportaba e importaba de acuerdo con la competitividad interna. Básicamente, el crecimiento de nuestras economías se lograba vía el comercio internacional que atraía inversión hacia diversos sectores. Por su principio de economía abierta, aquellos sectores en los que la protección de su economía no se centraba en los aranceles, se vio altamente beneficiada.
Durante los últimos años, diferencias y desbalances comerciales han convertido el mercado internacional en un ítem de sensibilidad política. En 2018, Estados Unidos impuso un arancel a las importaciones de Acero y Aluminio del 25% y del 10% respectivamente.
Esto ha generado repercusiones importantes, por un lado, el deterioro del sistema de economías abiertas, que ha reducido el crecimiento global y generado ineficiencias en la industria. Por ejemplo, en la norteamericana, que impone sobrecostos a los productos internos que debilitan las actividades de exportación. En Colombia, algunas empresas de mediano y pequeño tiraje se han visto, por rebote, beneficiadas con estas contiendas económicas. Pues, en especial la industria metalmecánica, ha incrementado sus exportaciones a países como EE. UU.
Esto demuestra que nuestra industria metalmecánica está en condiciones de suplir el consumo interno de partes y piezas de maquinaria.
Compremos país, generemos demanda interna
Como ejercicio de crecimiento, exhortamos a las empresas locales a evaluar el fortalecimiento del consumo interno. Sin el ánimo de generar bloqueos al comercio exterior, solo con el objetivo de aumentar nuestra competitividad. Especialmente en la fabricación de elementos que normalmente son importados. De esta manera, reducir grandes recursos financieros que conllevan los inventarios de poca rotación, los tiempos de importación y nacionalización. Además de reprocesos o reclamos de garantía que eventualmente se pueden presentar debido a conceptos de calidad del producto importado.
Hoy Colombia tiene una base industrial metalmecánica suficientemente buena y grande que le permite competir con calidad, disponibilidad y precio. La confianza y el desarrollo de la industria local es el pilar del desarrollo de la competitividad empresarial. El efecto económico que puede tener el producto interno es de 5 a 6 veces el que genera hoy en día el importado. Lo anterior debido al aumento de la demanda de ingeniería en el diseño y manufactura. Además de tratamientos posteriores y demás actividades directas e indirectas que implican el ciclo productivo.
El aumento de la industria interna, evidentemente, impactará en mayor medida el PIB en comparación a los productos importados. Además, aportará en la reducción de los gastos que todas las actividades de ingreso de productos al país trae consigo.
Técnicamente no creemos que haya gran diferencia entre el desempeño de las piezas metálicas importadas versus las locales. Pues la industria metalmecánica todavía no ha tenido grandes innovaciones en los últimos 30 años. Así, la probabilidad de hacer mejoras por la cercanía cliente-aplicación- proveedor hace que las posibilidades sean infinitas. Como prueba clara de esto los invito a que consulten nuestro Curso de aceros de alto desempeño. Allí te contamos sobre el uso de materiales bimetálicos y cómo podemos reducir significativamente los tiempos muertos de nuestras empresas.
En conclusión, generemos demanda local mientras se solucionan todas las diferencias del comercio internacional para que el desempleo local sea menor.
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